domingo, 19 de enero de 2014

“Modernidades Plurales” en el Centro Georges Pompidou


Una historia del arte entre 1905 y 1970
 
Desde el pasado 23 de octubre y hasta enero del 2015, el Centro Georges Pompidou (Paris) está exhibiendo por primera vez una historia mundial del arte entre 1905 y 1970, a través de un recorrido por más de mil obras de su colección, con 400 artistas y 47 países representados. Tuve oportunidad de visitarla hace unos días y quería ofrecerles el registro fotográfico que realicé. El texto sobre la exposición que presento a continuación, está tomado de la página web del Georges Pompidou (www.centrepompidou.fr/).

UNA EXPOSICIÓN-MANIFIESTO
Por Catherine Grenier

«Modernités plurielles» es una exposición abierta tanto a los distintos países del mundo como a las más variadas estéticas, e ilustra las complejas y dinámicas relaciones entre modernidad e identidad, universalidad y cultura vernácula, que atraviesan la gran aventura del arte moderno. Esta exposición contextual resitúa a los grandes maestros de las vanguardias dentro de las redes de intercambio y rivalidad artística, características de este periodo de cuestionamiento e inventos abundantes. Una exposición multidisciplinar que muestra los cruces y las confluencias entre los distintos tipos de arte —artes plásticas, fotografía, cine, arquitectura, diseño...— y la interacción del arte moderno con las prácticas tradicionales y las expresiones no artísticas. Con una mirada panorámica que engloba tierras y prácticas periféricas o desconocidas, ofrece numerosos descubrimientos y establece nuevas narraciones. Los principales movimientos son revisados, al igual que las constelaciones estéticas más difusas. Así, por ejemplo, las dos configuraciones clásicas de la vida artística cosmopolita parisina —la Primera y la Segunda Escuela de París (pre- y posguerra)— se reconsideran en toda su diversidad. La exposición teje una historia común —atenta a las diferentes experiencias vividas por los artistas de países occidentales y no occidentales— además de ofrecer los referentes históricos necesarios. A tal fin, se adopta un nuevo principio de presentación: junto a las obras se facilita una extensa documentación formada por revistas de arte del mundo entero.
La exposición adopta una perspectiva histórica, por lo que sigue un orden cronológico. Aunque también es testigo de la temporalidad abierta y discontinua que generan los intercambios y procesos de reacción de los artistas a las propuestas formuladas por las vanguardias. Al contrastar la perspectiva canónica —que narra la sucesión lineal de los movimientos— con una historia trazada desde los márgenes y las periferias, la propuesta sustituye la historia de las influencias por una cartografía de conexiones, transferencias y resistencias. Las distintas secciones de las salas —organizadas como microexposiciones— trazan la fortuna internacional de diversos movimientos modernistas (expresionismo, futurismo, constructivismo, etc.) y, a la vez, presentan los movimientos locales nacidos en relación con estos movimientos o como reacción a ellos. Al abarcar el periodo 1950-70, la exposición destaca temáticas transversales (totemismo, «art brut») así como diferentes constelaciones mundiales surgidas alrededor de determinados flujos estéticos —abstracciones construidas e informales, cinetismo, arte conceptual— que continúan hasta la década de 1970. Además de la expansión internacional que caracteriza toda la exposición, también se ofrece un panorama más amplio de la creación estética en el que tienen cabida formas hasta ahora poco representadas o subestimadas. Se dedica una amplia sección a la presentación de la pluralidad de los realismos de los años 1920-1940, que se desarrolla en especial en los países sudamericanos. El movimiento del «realismo mágico» y su influencia internacional se representa junto al surrealismo internacional, cuya presentación se asocia a la figura fundadora de André Breton. Con otro registro, el recorrido presenta varias obras emblemáticas del arte naíf y del «art brut». Por último, el manifiesto interés de los artistas por el arte no occidental, por el arte popular, o incluso por la vida moderna y las artes aplicadas, revive en varias secciones que forman esta «mirada ampliada» característica de la época moderna. Así, por ejemplo, la sala dedicada a los «expresionismos» reúne una amplia gama de artistas —Macke, Kirchner o Nolde, así como Picasso, Matisse o Delaunay— y de formas de arte, recopiladas en el Almanach de El Jinete Azul («Der Blaue Reiter»), creado por Vassily Kandinsky y Franz Marc. La sección dedicada a la donación de Michel Leiris vuelve a asociar por primera vez las obras de arte occidentales de esta colección con las obras de arte no occidentales otorgadas al Musée du Quai Branly cuando tuvo lugar la prestigiosa donación. La escena artística francesa atraía a artistas del mundo entero —que venían a estudiar o exiliados— y fue particularmente cosmopolita hasta la Segunda Guerra Mundial.
El periodo 1950-1970 también conoció un flujo de artistas provenientes de diversas regiones del mundo. La colección del Centro Pompidou conserva el testimonio de esta historia, en la que destacan numerosas obras de diferentes movimientos artísticos que se están redescubriendo ahora. Es el caso específico —tanto del periodo moderno como de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial— de artistas asiáticos, en especial chinos y japoneses, a los que se les dedica una sección. La exposición también saca a la luz la producción artística del Magreb y de Oriente Medio, con un grupo de obras imponente, completado con adquisiciones recientes, que presentamos en su mayoría en la sección dedicada al desarrollo de la abstracción en el periodo 1950-1970. Se muestran por vez primera obras de Baya, Abdelkader Guermaz, Farid Belkahia o Huguette Caland. Destacan las diferentes escenas artísticas de Europa central —más estudiada, aunque insuficientemente conocida aún— de las que ciertos artistas contribuyeron tanto al constructivismo como, más tarde, al arte conceptual. También se pone el acento en artistas de países europeos a veces ignorados, como España, Portugal o los países escandinavos. En cuanto a África, esta presentación incluye por primera vez una sala que evoca las diferentes expresiones artísticas desarrolladas en el periodo 1950-1970, cuya historia documentada todavía tiene que ser escrita.
Los visitantes podrán descubrir más de doscientas obras inéditas de la colección: obras que vuelven a salir a la luz, nuevas adquisiciones y donaciones. La preparación de esta presentación se acompaña de un ambicioso programa de investigación sobre las colecciones, así como de una política activa de adquisiciones. La exposición también da cuenta de la enorme diversidad de una colección de primer orden mundial por su calidad, pero también, aunque se sepa menos, la primera en cuanto al número de países y de artistas representados.






2 comentarios:

  1. I just wonder how your blog is quiet interesting. These will help us to know about the things which is new to us. Thanks for sharing.

    Arte Digital

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  2. Se dice que dentro del conjunto de países escandinavos se encuentran los los mejor calidad de vida tiene en el mundo e indudablemente el arte debe contribuir mucho a esta consideración, pero es causa de curiosidad para mi que no se cuente con figuras trascendentes de estas regiones. Claro que hay trabajo y hay talentos pero.. vaya... no entiendo...
    Muy interesante tu post, gracias.
    http://sharingtheworlds.blogspot.mx/

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